viernes, 31 de diciembre de 2010

inestable

La melodía que los altavoces dejan escapar la teletransporta a un día no demasiado lejano. Un día en el que él se dejó caer por su casa. Un día en el que compartieron palabras y se susurraron letras de canciones al oído. Después de mucho llorar la niña inestable sonríe de nuevo a pesar de que le esperen días duros...

sábado, 11 de diciembre de 2010

fin de semana

Se pasó el fin de semana entre la cama, la cocina y el baño. No hizo nada más que ver películas antiguas y dormir. Habría sido un fin de semana maravilloso si no fuese porque no era capaz de sacarse a cierta persona de la cabeza. Lo echaba de menos...

sábado, 4 de diciembre de 2010

cambios

Todo cambia antes o después sin embargo a ella no le gustan los cambios o por lo menos no le gustan la mayoria de ellos. Así que para olvidarse un poco vuelve a sus canciones de antes, cuando nada había cambiado...

martes, 16 de noviembre de 2010

novedad

Nuevas conversaciones. Universos inexplorados. Expectativas. Ilusiones renovadas. Esperas ilimitadas. Emociones confusas. Intriga. Curiosidad. Canciones...

lunes, 8 de noviembre de 2010

exámen

Música, folios, internet y toda una tarde por delante. Eso tenía ella. Eso, y una casa solitaria en medio del monte...

miércoles, 3 de noviembre de 2010

fin

Y tu poder sobre mí se acabó. Se acabó que me digas ven y te haga caso. Se acabó el compartir canciones. Se acabó el esperar días enteros una llamada. Se acabó esperar eternamente a que te conectes. La jodiste sin solución posible. Ya está. Fin. The end. Ahora, piérdete por tu pesimista vida, no te buscaré más...

viernes, 29 de octubre de 2010

Tiene ganas de desgarrar. De herir. De hacer daño. De dar donde más duele. De decir las palabras justas para que les cueste no odiarla. De darse la vuelta y correr mientras la lluvia lava sus lágrimas. De suidicidarse un rato. Pero sabe que no puede hacerlo. Sabe que no se atreve. Que se arrepentirá en el hipotético caso de que lo haga. Sin embargo le gusta fantasear con la idea...

martes, 26 de octubre de 2010

Sólo un día tonto...

Las últimas palabras que aparecen como por arte de magia en la pantalla hacen que un nudo se forme en su estómago. Mezcla de nervios, de angustia, de nostalgia, de tristeza, de alegría, de esperanzas, de... demasiadas cosas a la vez. Siente que por mucho que se acerque siempre estará demasiado lejos... Quizás sólo sea a causa de la melancólica canción que suena. De todas formas, sobrevivirá!

jueves, 21 de octubre de 2010

Deseos

Deseo verte y que se me pase un poco el mono de tu sonrisa. Darte un abrazo y quejarme del mundo un rato contigo. Pero si no puedo verte me aguantaré, no se acaba el mundo, nos veremos el finde que viene quizás. Hablaremos virtualmente todos los días. Me dirás que tienes ganas de llorar y mi sonrisa menguará un poco por tu pena. Te contaré que me caí y te reirás. Y si me siento rica telefónicamente hablando incluso puede que te llame o que te mande algún sms...

lunes, 11 de octubre de 2010

¿Cómo?

Se pregunta una y otra vez cómo dejar de obsesionarse con él. Cómo olvidar a alguien a quien nisiquiera llegó a conocer. Cómo dejar a un lado la lista infinita de que tenía de preguntas para cuestionarle la siguiente vez que lo viese. Cómo dejar de entristecerse cada vez que suma un día más a la lista de los "no vino". Cómo...

jueves, 7 de octubre de 2010

Sin tiempo

...y sin tiempo para nada se ve lanzada a una vida frenética en la que lo más preciado son los escasos ratos libres de preocupaciones que puede conseguir y este estado de libertad tan solo se da mientras duerme. Necesita parar. Pero con tantas cosas que hacer, se libra de pensar...

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Despertar

Un sonido estridente la saca de sus sueños. Abre un ojo pero sólo hay oscuridad. Saca una mano al frío del exterior y a tientas busca la fuente de tan odiado sonido. Lo apaga se da la vuelta y sigue durmiendo. Un nuevo sueño esta vez.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Canción

Iluminada únicamente por la luz de la pantalla de su portátil se tumba en la cama con los cascos puestos y cierra los ojos. Suena una de sus melodías preferidas que cuenta la historia que ella misma querría vivir. Deja que la música ejerza su magia sobre ella y por un instante es otra persona. La canción termina, cierra su portátil, se saca los cascos, despeina un poco su pelo y se va a la ducha.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Felicidad instantánea

Un pinchazo de dolor en la espalda le recuerda que todo es real. Que no está soñando. Por un momento se había olvidado. Pensó que todo aquello era uno de sus felices momentos que sólo tenían lugar mientras soñaba. Pero ese momento era real. La felicidad ya no existía sólo en sus sueños. Y aunque fuese una sensación tan momentánea que a los dos días se preguntaría si no había sido sólo un sueño más, era realmente feliz.

martes, 7 de septiembre de 2010

cobardía

Después de releer las tontas frases que había escrito cuidadosamente en su ordenador, se dio cuenta de que nunca se atrevería a decirle todo esto. O quizás dentro de mucho tiempo se lo mandase a modo de anécdota para demostrar lo boba que había sido. Sin embargo querría mandárselo ahora mismo. Pero es una cobarde, ¿qué le vamos a hacer?

jueves, 2 de septiembre de 2010

Salida nocturna

Entró de puntillas intentando no despertar a la oscuridad. Notó el frío suelo bajo sus pies descalzos. Le encantaba la noche y todo lo que esta ofrecía en aquella vieja casa: el silencio que deja el sueño de la gente, la oscuridad que deja el sol al marcharse, y sobretodo la tranquilidad de la soledad.
Se sentó en la gran alfombra, justo en el centro de la habitación. Cerró los ojos y se concentró en escuchar la tormenta que tenía lugar fuera de la casa. Los truenos retumbaban pero a la casa no parecía importarle. A la niña siempre le asombró la inmutabilidad de la casa ante todo lo que ocurriera fuera de esta, y le encantaba vivir las tormentas nocturnas desde aquel lugar privilegiado en el que se mantenía calentita. Permaneció allí quieta un par de horas hasta que decidió que era hora de volver a la cama.

lunes, 30 de agosto de 2010

Reencuentro

Sus miradas se cruzaron y se detuvo el tiempo. Hacía demasiado que no se veían. Sus corazones se aceleraron, anhelantes por fundirse en un abrazo. Pero como en un pacto silencioso del que ambos eran complices no hubo abrazos ni sonrisas. Simplemente un "hola" que lo único que consiguió fue llenarlos de tristeza.

viernes, 27 de agosto de 2010

¿Azar?

-¿Quién es?
-Dani
-¿Edad?
-Uno más que nosotros
Ella se quedó pensativa. Nunca había pensado en él. Solo lo conocía de vista y nunca le había llamado la atención. Sin embargo, ahora que se fijaba, no estaba nada mal. Quizás...

Cuando llegaron los demás, se pusieron todos a la cola. Casualidad o no, Dani estaba detrás suya y le empezó a hablar:
-Hola Sandra-dijo él.
-Hola-dijo ella regalándole una de sus mejores sonrisas “! Sabe mi nombre ¡"
-¿Has jugado alguna vez?
-No, pero me dijeron que viniera, que era divertido. Y aquí estoy.
-Guay.
La cola iba avanzando y pronto le toco a ella ponerse el mono que, por no variar, le quedaba grande; coger el casco, ¡increíblemente se les había ocurrido hacer tallas!
Y por último el arma con su correspondiente cargamento. El juego iba a comenzar. Eran 4 y, cosas del azar, le tocó de pareja de Dani. Se observaron y tomaron posición detrás de un gran hinchable que les ocultaba de posibles ataques enemigos. Al cabo de unos instantes, empezó el juego. Y es que el paintball era un juego muy divertido y después de unos cuantos golpes y disparos, ella y su nuevo conocido se proclamaron vencedores, lo que les llevo a un feliz y dulce abrazo que, huelga decir, a ella encantó...

lunes, 23 de agosto de 2010

martes, 17 de agosto de 2010

palabras

Angustia. Tristeza. Melanconlía. Nostalgia. Incertidumbre. Espera. Dudas. Dolor. Inentendimiento. Agonía. Lágrimas. Llanto. Gritar. Mensaje. Sonrisa. Alegría. Risa. Felicidad. Maravillarse. Saltar. Correr. Hablar. Salir. Festejar. Sonreir...

viernes, 13 de agosto de 2010

simples sentimientos

Habitación tranquila. Música melódica. Mesa llena de papeles. Papeles completamente escritos. Estudiar, estudiar, estudiar. Bendita música que apaga la monotonía. Exámenes. Malditos exámenes que le chupan el preciado tiempo libre. Se va. Tiempo que nunca se podrá recuperar. Así pasa los días. Entre millones de letras que deben quedarse en su mente pero que, desobedientes, no se van. Intentando por todos los medios posibles no pensar en otra cosa que no sean los exámenes. Y la mayor parte del tiempo lo consigue. Pero hay veces que se siente perdida y sola en el mundo. Curioso, habiendo seis mil millones de seres humanos a su alrededor. Pero ella solo necesita a una persona. Se podría decir, su persona favorita. Pero no está. Mal asunto cuando se necesita a una persona más de lo que esa persona necesita a uno mismo. Y, desgraciadamente, eso era exactamente lo que le pasaba a ella. Por eso, aunque calificaba a los exámenes de malditos y a la música de bendita, quizás debiera intercambiar los adjetivos, ya que la música le recordaba a esa persona especial mientras que los exámenes le servían de refugio. Pero hay personas que suelen confundir los conceptos.

jueves, 12 de agosto de 2010

nostalgia


Se maravilla ante la idea utópica de verle. A pesar de ser consciente de la imposibilidad de su anhelo sigue refugiándose en él, pobre niña ingenua sentada en una litera violeta y abrigada con la chaqueta impregnada en su olor. Lucha fuertemente intentando evitar la salida espontánea de sus lágrimas a razón de su tremenda y persistente nostalgia. Echa de menos su sonrisa, las fotos ya no son suficientes para recordarla porque no reflejan el increíble brillo de sus ojos, no transmiten el calor de su alegría. Echa de menos su voz, los sms no son suficiente, son palabras, sí, pero hay demasiadas formas de interpretar las palabras escritas. Echa de menos la suavidad de su voz, sus imprevisibles cadencias, la melodía de su risa. Echa de menos su piel, su piel suave y caliente. Sentir sus caricias y estremecerse. Sentir sus abrazos y ser extremadamente feliz. Echa de menos acariciarle. Con suavidad. Agresivamente a veces. Pero siempre con cariño. Echa de menos observarlo cuando él atiende al mundo que los rodea y que muchas veces es invisible para ella. Echa de menos hacer cosas de improviso, sin pensarlas demasiado. Echa de menos sus palabras de consuelo. Hasta echa de menos que se meta con ella, que se ría de ella mientras dice que se está riendo con ella. Añora sus besos. Sus preciosos labios en contacto con los de ella. Su lengua dentro de su boca. Sus manos al rededor de su cuerpo. Estar tan cerca de él que es capaz de sentir su respiración e incluso sus latidos. Estar tumbada en él, entre sus brazos, acoplada a su figura. Añora sentirse querida. Que le digan que es importante. Que le hagan caso. Que le quiten de su cabeza las ideas de que la ignoran. Que no tenga ningunas ganas de llorar, tan tan pocas que aún queriendo llorar no lo consiga. Quiere sentirse en el paraíso, sentir que se come el mundo. Olvidarse de todo lo malo. Que no haya despedidas o sí, porque antes de las despedidas suelen venir los saludos y para saludarse es necesario verse.

¿Por qué le da la sensación de qué pasa de ella? Hace demasiado que no lo ve. Nueve días y pico son demasiados. Se pregunta si a él le importará haber pasado tanto tiempo sin verla. Si la echará de menos. Si tendrá la inaguantable necesidad de abrazarla tal y como a ella le ocurre. Sin embargo supone que él está tan feliz y contento en su mundo de despreocupación e improviso. Con sus amigos, amigas y exnovias. Dos días atrás le dijo que siempre tenía ganas de darle un beso. Ella dijo que no había nada que nadie pudiese querer hacer siempre. Él le dijo que eso sí ella no se lo creyó pero son palabras bonitas.