jueves, 16 de septiembre de 2010

Felicidad instantánea

Un pinchazo de dolor en la espalda le recuerda que todo es real. Que no está soñando. Por un momento se había olvidado. Pensó que todo aquello era uno de sus felices momentos que sólo tenían lugar mientras soñaba. Pero ese momento era real. La felicidad ya no existía sólo en sus sueños. Y aunque fuese una sensación tan momentánea que a los dos días se preguntaría si no había sido sólo un sueño más, era realmente feliz.

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