martes, 8 de febrero de 2011

Suceso

Las notas que empiezan a sonar en su ipod la pillan desprevenida. La tristeza inunda su mente momentáneamente. Se concentra en su respiración. Trata de relajarse. Intenta amortiguar sus emociones. Se acuerda del día en que dudó si meter o no aquella canción que tantas cosas significó en su momento. Logra controlar sus lágrimas e incluso sonreírse a sí misma. Comienza a disfrutar de los tan conocidos acordes. Los mismos acordes que escuchó repetidamente una noche hace ya meses. Los mismos que evitó poco después. Limpia esa melodía de recuerdos hasta que empieza de disfrutar de la canción sin que signifique nada más que una canción maravillosa. Lo consigue y al hacerlo se da cuenta de que ya está, esa etapa pasó, se liberó...

No hay comentarios:

Publicar un comentario